“Motivar no es ayudar a salir de la zona de confort, motivar es ayudar a ampliarla”. Con esta frase finaliza un artículo publicado en el Blog de ‘ThinkBig’, el espacio para empresas de Telefónica, que vamos a resumir para contarte cuatro técnicas de motivación laboral baratas y efectivas.
Porque, tal y como detalla el post, “liderar es, sobre todo, motivar. La principal misión de un manager es facilitar o crear las condiciones para que su equipo aprenda a crear y gestionar esos motivos de forma continua y cotidiana. Gestionar la motivación no es una táctica puntual o un estilo de management, sino un conjunto de prácticas que forma parte de la función directiva”.
A continuación, reproducimos las cuatro técnicas de motivación laboral baratas y efectivas que plantea este artículo:
Los referentes motivan
“Los managers son decisores que determinan el marco motivacional de la organización. Pero también tienen otra función relacionada con la motivación: son modelos de virtud. En la literatura clásica de empresa es habitual encontrar esta máxima: la mejor educación es el ejemplo. Y es que el comportamiento de los referentes de la empresa es un recurso motivacional por sí solo. En la medida en que cada profesional debe aspirar a actuar como un referente con funciones motivadoras específicas, en una organización o equipo, todos los miembros son modelos motivadores potenciales”.
La información motiva
“Una comunicación específica y clara es motivadora por sí misma. Los profesionales queremos saber de forma concreta qué se espera que hagamos, conocer cómo y cuándo hacerlo y apreciamos obtener información sobre los resultados obtenidos y la forma de mejorar nuestra ejecución”.
La escucha motiva
“Motivar empieza por escuchar, porque escuchar es prestar atención. Y la atención es un motivador personal y profesional tan sencillo y natural como efectivo. Pero prestar atención no es lo mismo que aparentar prestarla. De la misma forma que hacer preguntas o mostrar aparente interés por la opinión de tus profesionales, no es lo mismo que tener en cuenta su opinión”.
Por tanto, “si quieres utilizar la escucha como un motivador para tus empleados, tienes que garantizar y demostrar que todas sus propuestas son sistemáticamente valoradas y tenidas en cuenta, que se aplican cuando es posible o se rechazan de forma transparente y argumentada. En todo caso, el valor motivador de la escucha es mayor cuando se convierte en un rasgo de la cultura de la empresa y en una práctica habitual de todos los miembros de la organización. Si quieres que tu gente escuche bien, demuéstrales que escuchas sus buenas prácticas”.
El cambio gradual motiva
“Si quieres que tus profesionales salgan de su zona de confort, muéstrales antes otra zona de confort. No hace falta ser psicólogo de empresa para saber que los profesionales solo cambiamos cuando no tenemos más remedio o cuando hemos encontrado una mejor alternativa. La motivación innovadora en las organizaciones debe ser mucho más que el uso de frases hechas del estilo salir de la zona de confort”.
En este sentido, “los directivos que pretenden cambiar los hábitos, comportamientos y habilidades de sus profesionales para mejorar su eficacia y adaptación, desde una posición de partida (la supuesta zona de confort) hasta otra zona en la que la empresa será más competitiva, tendrían que aprender a aplicar planes graduales de cambio que faciliten convertir y presentar ese nuevo destino como deseable también para los trabajadores que deberán realizar los mayores esfuerzos”.