“Apostar por la implantación de Agile entraña un salto cultural. Se trata de un giro en el concepto tradicional de la organización del trabajo y para lograrlo con éxito hay que tener en cuenta algunas claves”. Esta frase forma parte de un artículo de ‘Tendencias 360’ que vamos a desgranar para contarte cómo desarrollar un sistema Agile en tu negocio.
Consigue apoyo de la dirección
“Una implantación exitosa de los principios y valores ágiles requiere en primera instancia el apoyo desde los sectores directivos de la compañía, que deben asumir la necesidad de un cambio cultural de su estrategia en el que la filosofía Agile se inscribe a la perfección. La confianza por parte de la alta dirección es necesaria para fomentar el entorno adecuado. Solo así la innovación será bienvenida y el cambio supondrá una verdadera transformación desde las propias raíces de la organización”, detalla el post.
Elige proyectos idóneos para su implantación
“Agile puede adaptarse a cualquier proyecto o servicio, pero resulta especialmente beneficioso en proyectos experimentales, impredecibles y de compleja definición o especificación por su carácter cambiante”, asegura el artículo.
Invierte en talento
“Queda patente que en el potencial del equipo reside el éxito de la filosofía Agile, por lo que es necesario contar con el mejor talento. Existen profesionales específicamente formados en los diversos roles Agile que son el perfil idóneo para guiar este tipo de equipos”, enfatizan desde ‘Tendencias 360’.
Sigue algún framework contrastado
“A partir de los principios Agile, se desarrollaron diversos métodos o herramientas con eficacia contrastada. Entre ellos, el más conocido es Scrum, un framework de trabajo que facilita que los valores y principios calen en la forma de trabajar de las personas. La entrega de valor se hace en periodos de tiempo con plazos de dos a tres semanas, llamados sprints. Cada sprint debe contar con una planificación (Sprint Planning), un seguimiento diario (Daily Scrums), una revisión final (Sprint Review) y una retrospectiva que permita analizar el trabajo desarrollado e implementar un plan de mejoras”.
Mantén el proceso bajo control
“Pese al carácter improvisador del que parece hacer gala Agile, lo cierto es que requiere un cierto orden. No se trata de establecer un marco rígido de actuación, sino de estimar los esfuerzos que requerirá cada sprint, para establecer objetivos realistas y optimizar el reparto de los recursos”.