En numerosos lugares la paciencia se define como “la capacidad de esperar y tolerar la incertidumbre y creo que se trata de una descripción muy acertada”, una descripción que quizás en muchos momentos hemos tenido presente, pero que hemos o no sabido gestionar.
Cuando empecé mi actividad comercial, el tiempo era siempre mi peor enemigo, P1-P2-P3… Cada semana, cada día, cada momento era decisivo para poder llegar a los objetivos marcados, no había margen de maniobra, no había tiempo para descuidos, no existía posibilidad de establecer un vínculo estrecho con el cliente, sólo los números. Nadie me ensañó nunca como gestionar los procesos y el método “ensayo-error” era el único válido.
A través de meses mejores y peores, de años de experiencia, de evolucionar, la situación fue cambiando (¿Cuántos compañeros en el sector de telecomunicaciones u otros similares estarán todavía en esa misma situación con la espada de Damocles sobre ellos y sin capacidad de gestionar esa ansiedad implícita?) y aunque los plazos no han desaparecido (no podría concebirse de otra forma) la interacción con el cliente he podido modificarla, con unos tiempos de maduración diferentes, cambiando el proceso de acompañamiento y, en definitiva, el tiempo se ha convertido en mi mejor aliado.
Dentro de ese manejo del tiempo existe un elemento que a través de los años he podido cultivar y del que hoy quería hablaros, LA PACIENCIA, esa que cuando empiezas tu actividad comercial es tu peor enemigo, esa que siempre marca plazos diferentes a los de tu cliente, esa que tantas veces juega malas pasadas…
Cultiva la Paciencia me ha permitido entre otros:
– Un mejor control de los procesos con el cliente.
– Una mejor coordinación de los tiempos.
– Reducción de errores por anticiparme.
– Mejorar mi ansiedad personal.
– …
Y para conseguir mejorar esta área, ¿Que es lo que he tenido que hacer?, aquí os dejo algunas recomendaciones:
Reducir la velocidad
A veces la diferencia entre una buena y mala decisión está en el tiempo de espera.
Respirar
La conexión neurológica con el proceso de respirar puede darte muchas alegrías, por lo que trabaja tu respiración para mejorar tu paciencia.
Diferenciar entre lo que se puede controlar y lo que no
Hay veces que es difícil asumir que hay cosas que escapan a nuestro control.
Piensa antes de hablar
Este es un clásico, cuantas veces lo hemos oído en ventas, pues dominar este gesto es sinónimo de control de tu paciencia, siendo para mí el más importante de todos, que no nos pueda nuestro ego y controlemos esos impulsos.
Envejecer
Sí. Una forma de ganar paciencia y tranquilidad ha sido ganar años. Éstos me han dado una forma diferente de ver las cosas y en paralelo trabajar con mayor detenimiento muchas cosas o mayor paciencia (esta recomendación es en definitiva cuestión de tiempo 😉)
Desde aquí te animo a trabajar tu paciencia para mejorar tus ventas. Recuerda además que no estás sólo y en caso de dificultad, recurre a profesionales que te puedan ayudar, como los numerosos compañeros de EDVE, harán de tu falta de paciencia algo del pasado, seguro!!.