No todo sucede por una razón.
De hecho, todo en la venta es un caos.
Cuanto antes aceptes esto, mejor.
«Debes tener el caos dentro de ti para dar a luz a una estrella», escribió Friedrich Nietzsche.
Comprar es un caos.
En su mayoría, los compradores no tienen procesos bien definidos y repetibles para tomar grandes decisiones de compra.
Comprar no es un proceso lineal de A a B. Toma desvíos de C a Z antes de llegar a B.
Los mercados están cada vez más competitivos, competidos y ruidosos.
Hacerse escuchar es difícil.
Suceden cosas inesperadas. Las personas cambian de trabajo. Los requisitos evolucionan. Los presupuestos se recortan. Las ofertas se retrasan.
Contrariamente a las creencias de muchos, no existe una estructura completamente predecible para comprar.
Porque, no todo sucede por una razón. O por razones que son visibles para ti.
¡Abraza tu caos!
La mejor manera de protegerte contra el caos inevitable es a través de las conexiones humanas que desarrollas con los compradores.
Cuando la incertidumbre se arremolina a tu alrededor, son las conexiones que has desarrollado con tus contactos clave las que pueden proporcionarte una sensación de orden y claridad.
Son esas conexiones humanas las que te permitirán actuar con decisión y moverte mientras otros están paralizados.
Es imperativo enfatizar esto lo suficiente como para que lo asimiles rápidamente.
Creo que en casi todas las oportunidades de ventas en la que he trabajado ha habido un caos en algún momento.
Si no me hubiera centrado primero en desarrollar conexiones sólidas con mis compradores, me habría perdido.