¿Qué tal? Unos mejor que otros…

Hay que reconocer que llevamos una racha interesante. Estamos coleccionando un montón de historias y anécdotas que contar a nuestros nietos. Lo inició la Covid y desde ahí ha sido toda una montaña rusa.

¡Qué de mitos se han caído desde entonces! Dábamos por segura la libertad de movimiento, celebrar la Navidad con toda tu familia, ir a trabajar a tu oficina, dar dos besos a una amiga cuando te la encuentras por la calle… Y hemos comprobado como todas estas cosas las podemos perder por un buen puñado de meses. Toquemos madera.

Ahora estamos en otra tormenta. Subida absurda de precios, problemas de plazos de entrega, guerra en Ucrania… Y lo dejo aquí porque mi intención es entrar en contexto y situación.

Recuerdo que a principios de 2015, cuando entré en un Grupo BNI®, ya veía un potencial tremendo en esta genial fórmula de trabajo. La economía ya estaba recuperándose y había movimiento y alegría. Pero lo que ha supuesto pertenecer a un Grupo de BNI® desde el inicio de la pandemia supera ampliamente cualquier expectativa.

También se han derribado varios mitos, como que no se podían celebrar las reuniones online o lanzar Grupos durante un confinamiento. Cuántas excusas han caducado desde entonces…

Yo personalmente me quedo con las historias personales y testimonios que me cuentan los Miembros sobre cómo han conseguido superar todo tipo de adversidades gracias a sus compañeros y utilizando una filosofía francamente sencilla. Sí, nuestro famoso Givers Gain®.

Aunque no a todos los Miembros de BNI® les ha ido tan bien durante este mismo periodo. Por lo que es lógico que muchos me pregunten por qué —soy el Director de Área, así que me preguntan mucho…—. ¿Por qué yo no he tenido el mismo apoyo que tal o cual Miembro?

Mi opinión sobre por qué creo que unos Miembros consiguen más y mejor apoyo que otros se asienta en dos puntos.

En primer lugar, demostrar ganas. Por mi experiencia, los Miembros de BNI® no ayudan a quien no sirve ayudar. Pero siempre ayudan al que está haciendo algo, al que está en la pelea. Aquellos que —desde donde están y a pesar de sus circunstancias— demuestran que persiguen una meta, un sueño, por el que hacen todo lo posible. Ante ese nivel de determinación, sus compañeros no pueden resistirse a ayudarlos.

En segundo lugar, imaginación. Algunos Miembros utilizan la imaginación de forma muy práctica. Donde unos ven que todo se viene abajo, otros imaginan qué se puede hacer y lo desarrollan. Actúan sin dejarse llevar por lo que ha sucedido, sin llorar por lo perdido ni por la negatividad colectiva, se adaptan a la situación y tratan de salir de ella superándose. ¡Y vaya si lo consiguen!

Así que, si de verdad quieres obtener más de tu Grupo —de tus compañeros—, demostrar ganas e imaginación en cada reunión, en cada 1a1 y cada conversación es un buen punto de partida.

Tienes una gran fuente de recursos en tu Grupo. ¡Úsala bien!